Uno de las formas más sencillas de representación es posible por medio de los lápices grafito y de colores. Hacerse con una paleta propia de colores puede ser muy útil, pero siempre la naturaleza o la realidad que nos rodea nos va a sorprender y requerirá más esfuerzo por nuestra parte para trabajar con las gamas de color y el tono.
Para la elaboración de algunos cuadros, un dibujo previo puede ser la
mejor herramienta para planear su composición y la saturación de los colores. En este caso hice un dibujo preparatorio para la pintura 'Cerezo de Okazaki' ,
que muestro en el apartado "Naturaleza". Está realizada con pigmentos naturales, propios de la pintura japonesa, al igual que la obra
"Noche" que muestro en la misma sección.
Para "Noche" realicé este dibujo a color, donde algunas partes quedan simplificadas ya que se trata de un estudio; uno de los pasos, dentro del lento proceso de elaboración propio de la pintura japonesa. Es necesario dibujar previamente los motivos que van a aparecer en el trabajo final.
Ello facilita tener seguridad en la ejecución y poder siempre recurrir a los apuntes y dibujos originales. De este modo podemos planear y componer sin necesidad de sentirnos limitados por el proceso. Realmente una parte muy importante de dicho proceso es la planificación. Y una de las motivaciones del artista es ver cómo nace y va creciendo su obra. En mi artículo "Art Studio II", se pueden ver unas fotografías del cuadro de los hibiscus en un paso anterior al color, pintado con tinta china.
Es muy importante tener en cuenta que los dibujos ordenan las ideas antes de decidir la forma y fin últimos de la obra pictórica. Con los claroscuros, se enfatizan la sombra y la luz permitiendo al artista desarrollar destrezas como el bosquejo y la composición. También con los lápices grasos, el carboncillo o el pastel podemos crear atmósferas parecidas.
También, los dibujos a lápiz encierran una belleza propia y tienen un valor en sí mismos más allá de ser bocetos o apuntes previos para una pintura. El
grafito imprime un carácter especial al objeto o la persona dibujada. También nos permite realizar estudios detallados y minuciosos con el objetivo de ilustrar, y es combinable con otras
técnicas.
Cuando dibujamos, inspirándonos en la
naturaleza, podemos ser más o menos fieles a lo que vemos pero es fundamental crear nuestros propios registros. Nuestro modo de interpretar, a través de texturas y gamas de
color, pueden aportar personalidad propia a la obra. En este dibujo de estilo surrealista combiné el lápiz grafito con el lápiz de color sobre papel Canson en tono gris.
Podemos trazar y difuminar creando planos superpuestos que indiquen profundidad. También resaltar los primeros planos a través del color y los grafismos. En este caso, la cabeza del pájaro, parte de la obra "Metamorfosis", está dibujada como si se tratara de un retrato de perfil. De hecho, el ojo del pájaro es humano.
En el siguiente vídeo muestro la
realización de un dibujo de manera
gradual. Intencionadamente, los tonos se mantienen en una gama media dentro
de la escala de grises. Es decir que la intensidad y la fuerza quedan trasladadas a la forma.
El lápiz ciertamente tiene distintos resultados dependiendo del papel que empleamos y su dureza. Para un dibujo como el de los barcos empleé varios números distintos. Al principio, en las primeras sesiones de dibujo, es mejor emplear uno blando que nos permita borrar fácilmente. Incluso, uno de un color parecido al del papel de fondo. El papel que utilicé esa vez es Canson crema, en tamaño A2.
En los siguientes dibujos utilicé lápices blandos, definiendo mucho la forma y pronunciando el claroscuro.
Otras herramientas de dibujo, el bolígrafo o rotulador, pueden llegar a ser un reto. Normalmente, no vamos a borrar en el proceso, lo cual también puede imprimir un carácter especial al apunte o dibujo. El bolígrafo permite realizar un sketch muy rápido a la vez que modulamos la luz y la sombra. El grado de acabado dependerá del tiempo que tengamos para plasmar un gesto o posición de quién dibujamos si se trata de una persona o animal.
Por supuesto en el caso de trabajar desde una fotografía o si plasmamos una “naturaleza muerta”, es decir cualquier objeto apoyado o un tradicional bodegón, podemos detenernos en crear muchas capas y producir un dibujo más elaborado. Si dibujamos una figura en movimiento la dirección del trazo se verá reflejada y podremos representar lo efímero de la escena. Esto es también posible con el uso de la tradicional plumilla o con un material más actual como los rotuladores de punta fina y de distinto grosor, o los rotuladores pincel.