Diseñando en Japón

           Conozco a Mª Ángeles Sánchez Martínez desde antes de comenzar la carrera, cuando nos preparábamos para el examen de ingreso en la Facultad de Bellas Artes. Ella fue mi compañera de estudios y juntas realizamos varios trabajos. Cuando me planteó que cabía la posibilidad de ir a Japón a trabajar me sorprendió su valor. De hecho, todo lo que rodeó su vida desde entonces, libros de kanjis, diplomas de su empresa, experiencias que me transmitía, ideas para diseños, obras artísticas, fue una inspiración para mi.

             En los últimos años Mª Angeles ha venido desarrollando varios proyectos que engloban técnicas culinarias, donde también cabe el diseño. Ella nos podría hablar extensamente sobre ello pero en este artículo destacamos su faceta  creadora dentro de la bisutería y alta joyería. Mª Ángeles ha venido diseñando sus propias colecciones de complementos, bisutería y  joyería para particulares y empresas en España y otros países, entre ellos Japón. De hecho, la estética japonesa continúa siendo una influencia visible en sus creaciones.

            Desde la plataforma que supuso la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Politécnica de Valencia, dio el gran salto al mercado asiático a través de un acuerdo entre la empresa japonesa “Techno Iris” y dicha universidad. Así, a mediados de los 90 comenzó a trabajar junto a Seiko Haizaki, diseñando botones.

             Entre sus compañeros contaba con europeos, filipinos, norteamericanos y japoneses. Su experiencia fue intensa y profunda al tener que adaptarse con mucha rapidez, no solo al aprendizaje del idioma sino a la idiosincrasia de la empresa japonesa.

           Estando totalmente inmersa en la cultura nipona, la empresa Iris fue como una escuela para ella, en la que aprendió diseño y marketing.

          “Techno Iris” estaba creciendo a pasos agigantados. Con  la gran calidad de los materiales empleados y la originalidad de sus diseños, Iris consiguió exportar sus productos a países europeos como Francia o Italia. Incluso, abrió una tienda en París. Además obtuvo varios premios del concurso de diseño de botones celebrado en Osaka. 

          Los periódicos de época reflejaban los logros de la empresa y en ellos se destacaba la labor de las personas que trabajaban para la empresa, entre ellos Angeles: アンへレス・サンチェズ. 

           "Techno Iris" basaba su filosofía en la idea de que un botón es como el “capullo de una flor” que se hace llegar al cliente tras un cuidado proceso de selección en el que cada uno de los empleados juega un papel muy importante.「ボタンという言葉が意味するのは花の蕾。テクノアイリスでは、その小さな蕾を美しい花に育てお客さまにお届けしようということから、それぞれの役割を花づくりに見立て、社員の職名としている。」「Techno Iris 2/25 (2/16 発売)

«Botan to iu kotoba ga imisuru no wa hana no ubomi. Tekunoairisu de wa, “sono chiisana ubomi wo utsukushii hana ni sodate okyakusama ni otodoke shiyou” toiu koto kara, sorezore no yakuwari wo hanazukuri ni medate, shain no shokumei to shiteiru». 

           La originalidad de los exquisitos diseños de botones para ropa de señora que creó en aquellos años, no pasó desapercibida en mercados como el de Hong Kong o Singapur, donde realizó gestiones y estableció lazos comerciales para Techno Iris. De hecho, obtuvo dos menciones honoríficas por sus trabajos en los años 1992 y 1993.

           Además Mª Ángeles fue embajadora de nuestro país. Como es costumbre en Japón le propusieron escribir sobre su ciudad, Alicante, sus costumbres y cultura. En este proceso de intercambio se nutrió de modos distintos de vida, todo lo cual sigue influyendo en sus creaciones y presentaciones de hoy en día.

          Así son muchos los recuerdos que guarda de Japón, pero, además, la visita a otros países cercanos supuso conocer mejor el mercado, las tendencias y la distinta forma de trabajar y comunicarse de culturas asiáticas. Ella misma nos relata su experiencia que creo transmite de modo muy sincero. Quizás algunos que ya hayáis vivido en Japón os sintáis identificados:

           "Mi experiencia en Japón marcó mi forma de ser y de ver algunos aspectos de la vida. Acabé la carrera de bellas Artes y encontré mi primer trabajo a través de la facultad. Mi tarea consistía en diseñar prototipos de botones en una empresa japonesa dedicada al diseño y producción de accesorios de moda.

            Recuerdo muy bien mi primer día de trabajo en la empresa porque cumplía exactamente 23 años y muchos compañeros me felicitaron a su manera. Los primeros meses fueron de adaptación a la rutina diaria, el clima y sobre todo a la gente, que eran de pueblos pequeños y no estaban acostumbrados a los extranjeros.

 

            Por mi forma de ser, metódica y responsable, no me fue difícil acostumbrarme a la dinámica de empresa. Aunque, he decir que la relación con las personas japonesas fue complicada en un principio, al final de mi estancia allí (fueron dos años y medio) me había integrado sin darme cuenta.

          Como experiencia laboral la estancia en Japón ha marcado mi trayectoria y vivo y trabajo gracias a ella. Como experiencia personal marcó mi personalidad. No todo fue bonito y sencillo; allí llegué a sentir la soledad más profunda.

           Yo vivía en Ota-shi, de la prefectura de Gunma-ken, y trabajaba en Nitta- shi muy cerca de Ota. Iba en mi propio coche con el que pude recorrer los pueblos de alrededor y era la mejor forma de poder moverme. Viajaba a Tokio cuando podía porque allí me sentía un poco como en Europa, tenía amigos de otras nacionalidades y era más fácil hablar inglés. También visité Kioto, Osaka y el templo de Nico. No tenía mucho tiempo libre, pero, ahora, si comparo con la vida actual de España, tenemos mucho menos y los salarios son bajos. Allí se trabaja mucho, pero es lo normal y la gente no se queja.

           Mi estancia duró casi tres años en el mismo lugar y conocí a mucha gente con la que hoy en día sigo en contacto. Tras mi regreso a España me sentí durante casi un año fuera de lugar y me costó mucho adaptarme a las costumbres laborales de España. También he de decir que, aunque esa soledad de la que he hablado me ha marcado, a Japón volvería de visita. Es curioso que una de las cosas que más echo de menos sea la comida y hoy cuando puedo voy a restaurantes japoneses a comer pescado crudo. Aquellas fueron circunstancias especiales que ahora ya no serían las mismas. Hoy todos mis recuerdos son los buenos y respeto y admiro la tenacidad del pueblo japonés".

Copyright de las imágenes © Mª Ángeles Sánchez / Seiko Haizaki

© Isabel Arenas/ Mª Ángeles Sánchez
© Isabel Arenas/ Mª Ángeles Sánchez

          Es didáctico y muy interesante observar cómo, tras su experiencia diseñando botones en Japón, Mª Ángeles aplicó sus conocimientos creando varias colecciones en la rama de joyería y bisutería. Este es un collar de plata que diseñó con cuentas en forma de caracol, con los pendientes a juego. La naturaleza está muy presente en su obra ya sea de modo figurativo o más abstracto. A continuación muestro varios de sus magníficos diseños, entre ellos anillos, colgantes, pendientes y pines. Algunos son encargo de empresa y otros parte de su colección.

Isabel Arenas / Mª Ángeles Sánchez

        © Imágenes Susana Jiménez / Isabel Jiménez /Ángeles Sánchez

         Esta es una serie de fotografías de varios modelos de pendientes y colgantes diseñados y realizados por ella, la mayoría en plata. También aparecen encargos especiales como la copa de Higea y la serpiente, símbolo de la farmacia, en forma de pin. O la reproducción del logo de la empresa IMF, Informática Médico Farmacéutica, en forma de molinillo de viento. Este también fue un obsequio en forma de pin, basado en un logo diseñado por mí en el año 2002. Fue una muy interesante colaboración de la que guardo un gran recuerdo. En las imágenes se puede apreciar el detalle en el trabajo de modelado y el dominio de su técnica.

         © Isabel Jiménez /Ángeles Sánchez

         Dentro de otra línea de trabajo ha creado diseños que incluyen piezas de cerámica, colaborando con su hermana Maite Sánchez, en Bisuk Arte. Ambas desarrollaron múltiples ideas que reflejan la influencia de su extensa experiencia artística. Muestro algunos de estos diseños entre los que se encuentran pulseras, colgantes, o cordones para mascarillas o gafas.

         Sus últimos trabajos de piezas cerámicas para joyería se encuentran en la marca Claudio Lacaba de Alicante, con quien ha colaborado, en 2023, para crear una línea juvenil de colgantes, con zafiros engastados, en garras de oro.

© Imágenes Isabel Jiménez /Ángeles Sánchez /Maite Sánchez

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